¿Terrores nocturnos o pesadillas?
¿Terrores nocturnos o pesadillas?
Muchos/as niños/as sufren pesadillas o terrores nocturnos durante la infancia.
Pero, ¿Cuál es la
diferencia? ¿Qué podemos hacer? ¿Por qué suceden? ¿Cuándo debemos buscar
ayudar?
¿Qué son los terrores nocturnos?
Un/a
niño/a que experimenta terrores nocturnos suele gritar y retorcerse con pánico
extremo, e incluso saltar en la cama. Sus ojos suelen estar abiertos, sin
embargo no se encuentra despierto/a. La
respiración y los latidos del corazón se aceleran, pueden sudar o mostrarse
extremadamente molestos y asustados.
Tras el episodio, suelen volver a dormirse. Al día siguiente, no tienen ningún recuerdo de la noche anterior, de lo que ha sucedido.
¿Por qué? Al encontrarse en la fase profunda del sueño no existen imágenes para recordar.
Son muy habituales entre los 3 y años y suelen ocurrir de 2 o 3 horas después de que el/a niño/a se quede dormido. Cuando está pasando de la etapa más profunda del sueño (fase III o IV) a la más ligera de sueño REM, donde se producen los sueños. Los espisodios suelen ocurrir en la primera parte de la noche, continuar durante varios minutos, y a veces ocurrir más de una vez durante la noche.
¿Por qué suceden los
terrores nocturnos?
Los terrores nocturnos son más comunes en niños con antecedentes familiares de terrores nocturnos o sonambulismo.
Un ataque de terror nocturno puede ser provocado por:
- Incremento de la cantidad de sueño profundo, por cansancio, fiebre o ciertos tipos de medicamentos.
- · Otras causas son la excitación, la ansiedad, estrés, un ruido repentino o una vejiga llena.
Si nuestro/a hijo/a está teniendo algún episodio de terror nocturno, lo mejor es:
- · Mantener la calma y esperar a que se tranquilice.
- · No intervenir o interactuar con él, a menos que pueda caerse.
- ·No despertarle.
- ·Puede aumentar su ansiedad si los intentamos consolar.
- Se recomienda animarlos a usar el baño antes de ir a la cama.
Los TTNN pueden asustar a quien los ve desde fuera que NO hacen daño al/a niño/a. No se dan cuenta de lo que está ocurriendo.
Es más seguro despertar al/a pequeño/a cuando haya terminado el episodio.
También puede ayudar:
- ·Charlar con el/a niño/a para averiguar si hay algo que le preocupa especialmente.
- · Rutina de relax antes de acostar.
- · No hablar de forma exageradamente preocupada de los episodios delante de él/lla.
En caso de que el episodio sea frecuente y se produzca en un momento específico podemos despertar al/a niño/a minutos antes de la hora durante 7 días. Ayudará a romper el ciclo y romper el patrón de sueño lo suficiente como para detener los episodios.
¿Cuándo debemos buscar ayuda?
A la mayoría de los niños cuando crecen les desaparecen los terrores nocturnos. Sin embargo, podemos acudir a un especialista si aparecen varias veces por la noche o sucede la mayoría de las noches.
¿Qué son las pesadillas?
Las
pesadillas son muy comunes en niños/as de 3 a 6 años, incluso más mayores.
Se
producen tarde por la noche y provocan fuertes sentimientos de terror, miedo,
angustia o ansiedad.
El/a
niño/a puede despertarse, recuerda y es capaz de describir el sueño que ha
tenido.
Las pesadillas en los niños pueden ser causadas por una experiencia desagradable o ansiógena, como ver una película de miedo, o debido a algo que les preocupa.
Diferencias entre
pesadillas y terrores nocturnos
Las pesadillas se producen durante la fase de sueño REM.
Normalmente,
cuando un/a niño/a tiene pesadillas, puede despertarse, y dependiendo de la
edad, recordar y describirla.
Un/a niño/a con terrores nocturnos, puede gritar y retorcerse, y es muy difícil de controlar y tranquilizar. Este comportamiento se produce al despertar bruscamente de un estado de sueño profundo, como las Fases III y IV, pero no durante el sueño REM. Sin embargo, el niño no estará totalmente despierto durante estos episodios y no tendrá ningún recuerdo de lo ocurrido a la mañana siguiente.
Si tenéis dudas o cualquier pregunta, escríbeme.
Os leo
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